11 abr 2014

No siempre hace falta pescar para disfrutar

Hoy por fin llego ese día que tanto estaba esperando, el día en que volvía a montar mi equipo de mosca, y ¿qué mejor forma de quitarle el polvo que intentando engañar a esos apasionantes barbos gitanos y disfrutar de unas buenas vistas?

Desgraciadamente en esta salida no pude tocar escama, pero eso no quita que haya sido unos de los días en que más he disfrutado en el río, únicamente fui capaz de clavar un bonito ejemplar de barbo gitano, el cual pegó una bestial arrancada a favor de corriente y a la vez que sacaba línea del carrete yo seguía su trayectoria con la vista y ZAS!! Sale una cigüeña negra a unos escasos 30 metros de mí. Finalmente cuando creo tener ya al pez vencido vuelve a meter una fuerte arrancada en la que me parte el bajo.


Pero esto no termina aquí, después de andar apenas un kilómetro más me paro a cambiar la mosca y me llama la atención en el agua unas burbujas que salen a la superficie y se me acercan poco a poco, y menuda sorpresa me llevo cuando consigo ver que producían esas burbujas, a menos de un metro ¡sale a la superficie una nutria!, la cual al verme busca la orilla contraria y se pierde entre la vegetación. 

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