Hola
muy buenas, me vuelvo a poner en contacto con vosotros otra vez más
para escribiros mi experiencia en una bonita finca al sur de
Extremadura casi lindante con Andalucía, una finca con una mancha
preciosa de lentiscos, jaras, encinas y alcornoques.
En
esta ocasión nos juntamos un grupo de amigos que es en general, lo
que a mi me llena de la caza, poder disfrutar del día de campo;
tanto del campo como de la caza y los perros pero sobre todo con
AMIGOS ¡¡y fue lo que hicimos este día!!
La
mañana comenzaba en Llerena el día 23-1-13 a las 8,00 pm esperando
en la puerta de un buen amigo Juan Rubiales y Roberto Lema que me
esperaban allí para ir a recoger sus perros un par de calles mas
abajo, una vez metidos los canes en el carro, nos pusimos camino de
la finca, al llegar allí todo eran caras de alegría, presentaciones
y ganas, muchas ganas de salir al campo y ver como estaba la mancha y
de como transcurría la mañana.
Allí
nos esperaba un buen desayuno con tostadas, migas y café, es decir
lo que es un buen desayuno campero!! finalizado el desayuno el dueño
de la finca nos puso camino a los puestos de inmediato ya que solo
contábamos con una armada de traviesa y con un puesto suelto que
quedaba al borde la mancha donde se soltaban los perros por si alguna
res o jabalí rompía hacia atrás.
A
mí me tocó la parte más alta desde la cual tenía poca visibilidad
pero con mucha ilusión ya que mientras íbamos subiendo el postor
nos comunicaba que la mancha estaba bien tomada.
A
cosa así de las 11,00 pm se oyó la primera ladra la cual se llevo
todos los perros y se cruzó toda la mancha, al llegar al puesto
número 2 sonaron dos tiros... pum pum... ¿Qué será? ¿Le habrá
dao? ¿Vendrá hacia mí?, esa eran preguntas que en ese momento me
corrían por mi mente, al cabo de los 10 minutos sonó la segunda
ladra y yo escuche romper monte por delante de mí pero no llegué a
ver nada y un poco más abajo se escucho un tiro y otra vez las
mismas preguntas me recorrían la mente.
Tengo
que decir que los perros trabajaron bastante bien en esta primera
mancha y sacaron bastantes bichos de los cuales sólo se pudo abatir
uno de ellos, de los 6 puestos que había tiraron el nº 1, 2, 4 y 5
y nos quedamos sin tirar el nº3 y 6 que era el mio, pero bueno pasé
una mañana bastante entretenida entre unas cosas y otras. La mancha
se cazó sólo con 5 perros que fueron suficientes porque no hubo
rato para el aburrimiento.
Ya
al llegar al cortijo entre risas y historietas de la mañana al dueño
de aquel tinglao que estaba en el puesto nº3 y no había tirado osea
que estaba con las ganas o con el mono como se suele decir, quiso
darle a otra parte de la mancha a la cual sólo bajaron dos perreros,
juan y robe y otros tres bajamos a los puestos... al empezar los
perros a andar sonó una detonación y ya al instante paró de
repente, fue un pequeño guarrete. Y después de más de media hora
sin escuchar nada, yo no sabía ni por donde venían los perros ni
sabía que hacer pero bueno aguante y os puedo decir que pasé uno de
los lances mas bonitos que puede haber en la caza mayor y que aquí
os comento: Uno de los podencos “Colo” paso por delante de mi
puesto y cuando estaba a unos 100 metros saltaron de repente
desencamó tres ciervas y un venado y sin dudarlo se tiro encima de
este cogido a su cuello mientras corría cerro abajo hasta que
consiguió soltarlo y el perro antes de caer ya estaba corriendo
detrás de ellos latiendo sin parar y después de una larga ladra
Juan Pablo consiguió abatir una cierva que tuvo que ser rematada por
Juan.
Y
para rematar la tarde finalizamos con una tirada de zorzales.
Ahora
me toca agradecer por este día a Pepe, Juan, Rober, Pedro, Jesús,
Rafa, Ernesto, Juan Pablo y a Alberto; especialmente a Pepe por
invitarnos a pasar este gran día y a Juan y Rober tanto por llevar
sus perros como por esos ratos de tensión, nervios y miedo que
pasamos... con un poco de buena suerte.
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