Se trata del Púlpito del diablo, situado en un lugar inimaginable una vez que lo has visto, en plana Campiña Sur de Badajoz.
Yo había oído hablar de este lugar pero no podía imaginar que fuera tan espectacular y bonito; con esas cascadas, rápidos, hoyas, antiguos molinos y sus presas... entre terraplenes de roca y a tan solo 100 metros de una carretera que he recorrido cientos de veces.